Un sombrío jardín de tumbas llamado Père Lachaise
El
necroturismo se ha convertido en una de las actividades más interesantes que
permiten a los visitantes acceder a lugares poco convencionales como los
cementerios que esconden un legado de misterio y belleza. En el caso de
Francia, uno de los lugares más visitados después de la Torre Eiffel, el Louvre y
Notre Dame es el panteón Père Lachaise donde se encuentran
enterrados personajes de la historia francesa y mundial de todos los tiempos.
Su construcción se produjo en 1803, inspirándose en el estilo de los jardines ingleses, aunque su inauguración oficial se efectuaría un año más tarde. En 1917 se trasladaron las cenizas de los famosos amantes Abelardo y Eloísa y los restos de Moliere y La Fontaine, dándole al camposanto una percepción de lugar de eterno descanso.
Père Lachaise cuenta con 43 hectáreas que contienen 70 000 tumbas, 5300 árboles, 2000 esculturas y obras de arte, y centenares de gatos que lo habitan en estado semisalvaje, además contiene una serie de mausoleos de estilo barroco, gótico, neogótico, bizantino, clasicista, y un grupo de monumentos de figuras reconocidas como Chopin, Jim Morrison, Oscar Wilde, entre otros, todo ello rodeado de hermosos y antiguos jardines que lo convierten en un fantasmagórico lugar para caminar y dejar volar el pensamiento. Entre las figuras celebres que duermen el sueño eterno en este cementerio se pueden mencionar a: Oscar Wilde, Chopin, Jim Morrison, Édith Piaf, Isadora Duncan, Cyrano de Bergerac, Honoré de Balzac, Eugène Delacroix, Gioacchino Rossini, entre otros.
Además de las tumbas de personajes famosos y algunas bellamente decoradas existen varios lugares del cementerio que destacan por diferentes aspectos. Por ejemplo, el enorme Monumento a los muertos fue creado en 1899 por Albert Bartholomé. Este conjunto escultórico honra la memoria de todos los muertos sin distinción, pero además hay otra veintena de monumentos en honor a los caídos en diferentes guerras y a los deportados de muchos campos de concentración.
También es notable la existencia del memorial Muro de los federados, ubicado en el lugar en que 147 federados, combatientes de la Comuna de París en 1871 fueron fusilados y apilados en una fosa común. Por último, debe mencionarse a la capilla neogótica obra de Étienne-Hippolyte Godeen y el Crematorio-columbario, edificio histórico realizado en 1887 en estilo neobizantino.
La entrada al cementerio Père-Lachaise es libre, razón por la cual toda clase de visitantes acuden al lugar, en especial, quienes sienten fascinación por disfrutar de la extraña belleza que habita en las esculturas cubiertas de musgo y donde se evidencian sentimientos como el dolor, el amor, el paso del tiempo, el temor a la muerte y el apego por la vida. Por ello, no resulta indiferente que varios artistas afines a expresiones culturales como la pintura, la música y la fotografía se adentren en este lugar con la idea de perderse en tiempos pasados y descubrir su misterio en cada uno de los rincones que forman parte del patrimonio arquitectónico del bello jardín de tumbas llamado Père-Lachaise.
(texto escrito por Andrea Acuña)
0 comentarios